LA CONFESIÓN...

En Gracia de Dios tienes todo aunque no tengas nada; en pecado no tienes nada aunque lo tengas todo. Algún día sabremos cómo brilla el alma en estado de gracia, con Dios inhabitando en ella. ¿Cuánto tiempo hace que no limpiamos nuestra alma en el sacramento de la Confesión, que no damos un buen fregado y la dejamos reluciente y sin telarañas? El cuerpo también lo va a notar, porque alma y cuerpo están conectados formando una unidad. Ahora, mientras estamos vivos, es el tiempo de la Misericordia y del perdón del pecado más grande si estamos arrepentidos; al morir ya comienza el tiempo de la Justicia y del premio o el castigo por lo que hayamos hecho, y podemos morir mucho antes de lo que pensamos, ¿estamos preparados?

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